Acoso sexual en la capital del Estado
Las cifras estadísticas del acoso sexual, por más que puedan ser alarmantes, no coincidirían nunca con el terrible, perverso y profundo daño que generan a las víctimas que lo han sufrido, a quienes no sólo laceran en su integridad emocional y moral sino que va más allá, ya que en muchos casos pierden trabajo, ascensos laborales bien merecidos y paz en sus familias y el entorno social.
En esta ocasión, la agencia Ícono Publicidad y Comunicación muestra que un 38 %, es decir, dos de cada cinco personas, ha sufrido un tipo de acoso. Encontrando que este se da mayormente en la calle, espacios públicos y en el ámbito laboral; seguido de fiestas, vía redes sociales y en sus propios hogares.
A estos detestables seres humanos acosadores nada los limita.
La encuesta que presentamos fue compleja de realizar, debido al tremendo miedo que las víctimas tienen por ser exhibidas o expuestas a otra forma de venganzas.
El estudio refleja que los tipos de acoso sufridos por las y los encuestados es de contacto, psicológico, verbal y, en algunos muy lamentables casos, llega a consumar la violación.
Datos que hacen vibrar el límite de la tolerancia nos muestran que las edades de las personas que han sido acosadas van desde los seis años de vida y tiene un repunte importante entre los 11 y hasta los 25 años de edad.
Al preguntarle a las personas si han tenido el apoyo de sus familiares encontramos que el 67 % de las víctimas sí ha tenido el cobijo de sus seres queridos, lo cual en cierta medida es positivo. Pero no podemos perder de vista que un 33 % de ellas y ellos no encuentra refugio en sus familias, lo cual resulta un tema muy complejo.
Más que claro resulta el desencanto y la muy poca credibilidad en las autoridades, ya que un 71 % de los encuestados dice no haber denunciado, debido la ineficacia de la justicia al sentirse vulnerados y por la burocracia que existe, que sólo los llevaría a la pérdida de tiempo.
Metodología de la investigación, disponible en este mismo espacio.